Sentado en una banca de la Plaza 25 de Mayo Martín aguardaba impaciente el arribo de aquella mujer desconocida, ya habían transcurrido vastos minutos a la hora pactada, sin embargo, aun sostenía la esperanza de verla llegar ataviada como en la imagen de perfil del Instagram: la muchacha del rostro rubicundo con la que quedó encontrarse, no obstante, sabía muy en lo profundo que no llegaría, las chicas que usan esa red social no se fijan en tipos como él pensó, al final de cuentas, un romántico empedernido como Martin se consideraba así mismo, ya estaban en extinción o en un evidente exterminio. Se disponía a irse a casa, en vano se había puesto una camisa a cuadros y el saco mostaza con parches en los codos que le encantaba vestir, no estaba acostumbrado a este guisa de encuentros, hace un tiempo que se hallaba solo desde la ruptura con Patricia, con el pasar de los meses decidió darle chance a las búsqueda de una mujer interesante que pueda conocerla a través de las redes soci...
Un espacio en el que puedo compartir una de mis más apetecibles pasiones. La literatura y la poesía.